2 ago 2012




<<¿Te acordás de ese día? Bueno, supongo que no. Tenías 2, 3 años, no sé bien. Fuimos a comer a la montaña vos, Fidel (el tío, Fidel, tu papá, no estaba), Anahí, Esteban, tu mamá y yo. Hicimos asado y te bañaste en el río. Pero de los kilos de carne que había te comiste... qué se yo... 2 kilos o más, casi todo, en realidad. No. Peor, los mordías y se los tirabas a unos perros abandonados que habían por allá. Te queríamos matar. Ese día sólo comimos pan nosotros. Sí, reíte, pero no tuvo gracia. Además hasta que te fuiste a España seguías haciendo lo mismo: morder un poquito de carne y dejarla. Esperá... ¡¿Te estás riendo?! ¡No me digas que seguís haciendo lo mismo!>>
Siento decepcionarte, tía Ana, pero sigo haciendo lo mismo.

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