22 jul 2012



 <<Les dediqué mi sonrisa más radiante y enamorada que transmitía la idea Soy más feliz de lo que imagináis. Si Nicole Kidman había conseguido parecer tan glamourosa durante su separación de Tom Cruise, seguro que yo podía mantener la sonrisa por unas llamadas no atendidas. Pero lo cierto es que es duro. Ese día me di cuenta de que las actrices como Nicole merecen de verdad toda esa ropa gratis porque aparentar que estás en el séptimo cielo cuando la sangre se te convierte en lágrimas que corren por tus venas es una tarea extremadamente compleja. Os lo juro: Nicole no se merecía un Oscar, se merece el premio Nobel.>>

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